Camino a Finisterre | Etapa 2. De Negreira a Santa Mariña
Empezamos el 2016 en la localidad de Negreira (Galicia), a la que llegamos procedentes de Santiago de Compostela. Durante esta segunda jornada hacia Finisterre, la lluvia estuvo presente durante todo el día. Debido a estas condiciones meteorológicas decidimos acortar la etapa y quedarnos en la aldea de Santa Mariña. Gran parte del itinerario se desarrolla por asfalto, bien por carreteras locales y comarcales, o por caminos a través de grandes extensiones de campos de cultivo.
El albergue municipal de Negreira se encuentra en las afueras, en el lugar de Negreiroa, una pequeña aldea que fue el núcleo original de Negreira. Para enlazar con el camino hay que regresar hacia Negreira por la carretera hasta encontrar la calle que sube a la iglesia de San Julián, del XVIII. Aquí, en un lateral del camino encontramos una salamandra que estuvimos observando durante un buen rato.
Iglesia de San Julián
En subida, y con algunos toboganes, llegamos a Rapote, un pequeño núcleo de población con una fuente de agua potable. Continuamos hacia a A Pena y, un poco más adelante, accedemos a Piaxe. Medio kilómetro más adelante, salimos a la carretera DP-5603, a la altura de Portocamiño. Continuamos a la derecha y cruzamos el rego de Forxán por una pequeña pasarela y avanzamos por el paraje conocido como el Altiño do Cotón. De nuevo, enlazamos con la carretera DP-5603 que seguimos hasta Vilaserío.
Dejamos Vilaserío por la carretera hasta Cornado, última población del Concello de Negreira. Avanzamos por una pista hasta la carretera DP-5604, que seguimos por la derecha durante 400 metros. La dejamos por la izquierda y, al poco rato, enlazamos con una pista agrícola que no se abandona hasta Mazaricos. A esta aldea se accede tras cruzar un puente sobre el río de Maroñas.
Afrontamos el tramo final de esta etapa por una por pista vecinal hasta Santa Mariña donde nos alojamos en el albergue Casa Pepa.
El albergue Casa Pepa es un excelente albergue, muy limpio y sus propietarios son muy atentos con los peregrinos. En la planta baja hay un bar-restaurante donde sirven comida casera, muy rica y a buen precio. En la primera planta está en albergue con los lavabos y una gran habitación con las literas. Dispone de calefacción. Totalmente recomendable.
Albergue Casa Pepa
Comentarios